Notable película italiana que nos ofrece el director Alessandro Blasetti a principios de los años 40. Se presenta una trama costumbrista e incluso folclórica, relacionando a la perfección, el encuentro entre el gentío rural y el urbano de la sociedad itálica de aquel tiempo. De paso, se va presentando el género que posteriormente explotaría de la mano de los ya inmortales Vittorio de Sica, Rossellini y demás audaces maestros: el neorrealismo italiano. Un guión muy bien hilvanado con unos giros argumentales perfectamente ejecutados (¡cuánto cineasta moderno tendría que aprender de ello...!) para dotarnos al público de una trama plenamente convincente y entretenida. Ésta consigue la siempre dificultosa tarea de mantenernos expectantes partiendo de una base argumental aparentemente simple, pero compleja a la postre, ya que una vez finalizada la cinta, si efectuamos una retrospectiva sobre lo que hemos visionado, nos damos cuenta de la calidad narrativa de esta película.

En un plano más técnico, alabar la cuidada elección de los decorados y exteriores, pues representan a la perfección el inmenso mundo de detalles de la "campagna" italiana, dejándonos con las ganas de visitar tan bellos lugares, con la siempre presente impronta de la vida, que aparece sea por donde sea, hasta inesperadamente. Además, se descubre, a título personal, un diamante en bruto como es Adriana Benetti, espectacular en su papel.

Sin más, queda recomendado el film, que seguro que alegrará a cualquier amante del buen cine, desde el más inquieto hasta el más esporádico.