Cinco años antes de rodar la que sin duda es su mejor y más reconocida obra, Juegos prohibidos (1951), el francés René Clement debuta en la dirección con este drama bélico, género al que no sólo volvería en la película citada sino en varias ocasiones más. A pesar de contar con una filmografía extensa que incluye títulos tan populares como A pleno sol (1960) o ¿Arde París ? (1968), en la actualidad, el nombre de Clement parece haber caído un tanto en el olvido y no goza de la consideración que debiera o sí merecen al menos otros autores de su misma generación. Por tanto, y de entrada, Clement, un director a reivindicar.

Rodada en 1946, con el recuerdo aún reciente de Normandía, " El padre tranquilo" se presenta acompañada del subtítulo :"la vida cotidiana de una familia francesa durante la ocupación", y en efecto así podría resumirse su sinopsis, con la particularidad de que el cabeza de esa familia, agente de seguros de profesión y apasionado de la jardinería, es, además, a espaldas de su esposa e hijos, el líder de la Resistencia contra los nazis en el pequeño pueblo en el que reside.

Sobre esta circunstancia se articula todo el suspense posterior de este drama que combina el mensaje antibélico y el compromiso político con el dibujo costumbrista de la vida en provincias en la Francia de la época. Todo bajo esa perspectiva humanista que comparte con otras obras que tratan similar temática.

Da gusto descubrir casi por sorpresa pequeñas joyas escondidas como ésta. La encontré además sepultada en el catálogo de... Netflix. No sólo de series vive el hombre.