La primera chica Nicola (Eleonora Giorgi) hace un juego con el padre muy directo y muy físico, ese juego desemboca en el primer encuentro sexual. Ella se muestra ultrasegura en ese primer encuentro.

Casualmente vuelven a encontrarse por segunda vez, pero ella está en un estado sensible y vulnerable, es entonces cuando se produce el segundo encuentro sexual. Esta vez ella no lo busca, surge de manera espontánea.

Mas adelante se nos da a entender que es posible que la chica haya quedado embarazada, ella trata de quitar hierro al asunto cuando él le pregunta, pero el hecho de traer de cabeza a esa chica que parecía tan ultrasegura es un subidón para él, da nuevas perspectivas al asunto entre ella y el hombre. Son dos encuentros muy distintos, el segundo encuentro es el que consigue que él se pille por ella porque si ve que ha podido poner patas arriba su vida, se ve capaz de enamorarla.

La otra chica usa un estilo más sutil pero también efectivo. Con su juego consigue 3 cosas:
1. Atraer el hombre con su sensualidad.
2. Darle celos haciendo creer que hay otro dándole caña (moratones, lametones, conversaciones telefónicas fortuitas).
3. Haciendo que la madre se ponga celosa e intente seducir al hombre.

Como la madre lo hace mal, por contraste el hombre se pilla también por esta chica y se desenamora de la madre.

Finalmente, el hombre la interna en un hospital y acaba viviendo con la primera chica, y al final vemos a la otra también allí.

Sorprendente la manera en que, una por un lado, otra por el otro, han suplantado a la mujer. Primero Nicola (Eleonora Giorgi) con su estilo directo, después Eugenia (Ornella Muti) con su estilo indirecto. Ambas consiguieron lo que querían.
Y finalmente salen juntas de la casa, como si todo lo hubieran planeado desde el principio.