Si las películas modernas de vampiros van a ser como esta (y tantas otras, como Drácula 2000 o Revenant), prefiero que se olviden de una buena vez del asunto, que lo archiven en una caja fuerte y no lo vuelvan a tocar nunca más. Cada nueva producción vampiresca que aparece (por lo menos las que salen de la fábrica Hollywood Inc.) es aún peor que la anterior, todavía más olvidable.

En cuanto a Rise: vampirines que parecen salidos de una comedia juvenil televisiva, muy poco creíbles, con un guión tan tonto como endeble. Lo peor es que la película empieza bien, parece que promete, pero a medida que va pasando el tiempo, uno se da cuenta que lo han engañado, que todo es un enorme fraude. El entretenimiento que parecía casi asegurado al principio, se disuelve a los quince minutos. Y olvídense por completo de sentir miedo, ni siquiera una pequeña zozobra. Todo es archiconocido, archivisto. Uno casi puede adivinar lo que va a pasar a continuación

Aburrimiento y bostezos asegurados. Y lo peor de todo: Lucy Liu ni siquiera se ve sexy.