Una trama que implica complejas relaciones internacionales, intriga policial y una complicada red de espionaje, ofrecen la promesa de una aventura interesante
Poco a poco, sin embargo, se va descubriendo que se trata de un pretexto coordinado para que escenas eróticas salten a la pantalla.
Así que una inevitable sensación de tedio envuelve al patio de butacas como una nube pesada que, sólo de tarde en tarde, coincidiendo con los lances más sensuales, parece querer disiparse.
Como curiosidad debe reseñarse la fugaz aparición de K. Kinski y la voz de J. Birkin interpretando con su susurro habitual el “Yesterday, yes a day”