Estupenda pieza cómica cuyo fino sentido del humor destaca en el contexto de la ingenuidad y desenfado propios de la pantalla a mediados de los años treinta del pasado siglo.
Casi cien años nos contemplan.
R. Arbuckle en la dirección y B. Keaton en el reparto representan un valor añadido.
La película es divertida, ligera y llena de esa paradigmática ingenuidad que hoy encontramos tan atractiva.
La filmación denota cuidadosa labor en el guión y un excelente conocimiento de la intensidad narrativa.