Argumento abarrotado que daba para tres pelis decentes se une para hacer un bodrio pasable que por momentos es demasiado bueno para lo malo que es el resto. Jacob Kells es un "niño" grande retrasado y con graves problemas de adaptación (y me quedo corto). Su hermana Sissy es la única que sabe controlarle, una niña repollo que juega con tétricas muñecas en un cobertizo de madera lleno de velas, todo muy normal.
Cuando era niño, el padre de Jacob, Larry, heredó una casa vieja en las afueras que se decía estaba embrujada. Nada más llegar encuentra un demonio tallado y un grimorio. Al poco tiempo se carga a media cantina delante de su hijo.
La madre ahora está liada con Otis, un ceporro chungo que además de pegarle tremendos palizones un día desnuca a Sissy contra una piedra.
Ni que decir tiene que ahora Jacob, sin el control que le proporcionaba su hermanita, desata su locura extrema.
Una pena de resultado con unos ingredientes bastante buenos a ratos.
Lo mejor: El inicio con los niños en bicicleta, muy ochentero. El gore, ligero pero delicioso.
Lo peor: Las interpretaciones de Sissy, niña repulsiva, Jacob, ceporro garrulo y padrastro, chungo borrachuzo. He visto capítulos de La hora Chanante con mucho mejor maquillaje.