Rubia doctora con más bótox que otra cosa decide aceptar puesto de psiquiatra en hospital rural.
A su llegada la reciben como a una eminencia.
Medio minuto después ya la tratan como a una loca.
Te puedes llegar a creer que es una zumbada, no por sus dotes interpretativas, sino porque como no gesticula dices, "esta pava lleva lorazepam por un tubo".
Su prometido murió. Ahí el dire quiere colarnos un referente a lo "Gothika", y perdonen, pero por ahí si que no paso...
De pronto, tras intentar escapar dos veces, sólo detenida por una reja electrificada que no hay que ser Yelena Isinbáyeva para saltársela, se destapa el pastel. Los locos son los médicos. O al revés, o qué mas da.
El caso es que las pasa putas, sin gesticular, of course.
Final: Llega la poli, detienen al malo, que es igual de buen actor que la prota, pero gesticula por ambos y ella, después de todo, decide quedarse allí como directora.
Muy creíble, muy normal, muy original y muy bueno.
Guiones peores nos habremos tragado, pero en serio, con peores resultados, ninguno.