Ya el inicio de la película, con una pasarela rollo Cibeles 1577 con todos los tópicos gays habidos y por haber nos dice un poco como va a ser el esperpento que nos vamos a tragar hora y media...
El directorazo autocompone además un personaje bochornoso, de vergüenza ajena, en el rol de un diseñador de moda siglo XVI gay, estreñido y pomposo con poca por no decir ninguna gracia.
Si a esto sumamos a Juan Diego de noble andaluz inquisidor y travestido y un puñado de actorcillos que hacen lo que pueden, la desgracia es evidente.
Multiculturalidad, pluralidad religiosa y libertad sexual como intento de sustento de un pésimo guión sacan a "Rosa y negro" de la peor calificación posible. Al menos por intenciones.

Lo mejor: Algún chiste, aunque da vergüenza reconocerlo, hace gracia. La banda sonora, a ratos.

Lo peor: Llega un momento en que olvida su falta de pretenciosidad y su intención de divertimento menor para tratar de crecerse y convertirse... ¡ En drama redentor cinco minutos!
Un disparate tremendo.
Aún así, sus ratos de humor chusco, apología del marica con pluma y bromas laxantes harán las delicias de determinado público. Entre el que por suerte o desgracia no me encontraba...