A mí con Besson se me ve el plumero, lo reconozco. Desde El quinto elemento aún más y me temía que con las altas espectativas que acudía a su Valerian, me llevaría un chasco del quince.
Como queda claro por mi nota, me ha flipado, así que voy a empezar por lo que no me ha gustado nada de la peli:

Su guión es como un corta-pega de culebrón venezolano de antaño con serie Z de scifi, de acuerdo, pero cuando el cómo se cuenta es tan absolutamente espectacular, se perdona indudablemente lo vacío del contenido.

Su reparto es de vergüenza ajena casi, en especial los dos pipiolos protas, que transmiten empatia cero absoluto, ella en plan ir girl monofacética y él como un quinceañero canijo venido a más... Pero cuando Rihanna entra en escena y se convierte en nominable a premios por su secundaria, guapa a rabiar y con un personaje tremendo, pues los demás casi que te la sudan, hasta el Hawke que parece que se ha tomado todos los estimulantes que le sobraron al Depp en la saga pirata completa, y el Owen como marica mala uniformada y exagerada.

Y ya.

Todo lo demás es simplemente ESPECTACULAR:
Los mejores 3D que servidor ha visto nunca. Escenas como la del bazar y la introducción de La cuarta dimensión, nosotros con gafas asistimos en primera persona a esas gafas de RV... Ufff, de escandalo.
O el momento baile de Riri, perfecto, o cualquiera en el que aparezca una de esas miles de razas que Besson hace creíbles no, tangibles.
Pues lo dicho, que si prescindimos del envoltorio y buscamos una historia filosófica de guión intimista, pues no es lo que nos encontramos. Pero como busquemos lo mejor de su quinto elemento, barroco hasta la saciedad, pues lo alucinaremos.
Ellos dos son insoportables, y sus momentos a solas los recortaba enteritos, pero en cuanto asistimos al exceso, el flamigerismo barroquísimo y la acción, la decepción no tiene lugar.

Los minutos introductorios con el Space Oddity de Bowie ponen la carne de gallina.