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Voto de Revista Contraste:
5
Un blues para Teherán
2020 España
Documental, Intervenciones de: Erfan Shafei
5,8
152
Documental Diferentes rostros nos muestran un Irán donde tradición y modernidad conviven y se confrontan. Erfan Shafei nos invita a descubrir un país tan misterioso como culto a través de la música y sus gentes. Él es un joven kurdo, divertido e irónico, que quiere convertirse en director de cine. Canta, escribe poesía, vive con sus padres y su loro, pero no sabe nada del amor…

6 de julio de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Javier Tolentino es periodista, escritor, crítico de cine y, sobre todo, gran amante del Séptimo Arte.

Después de muchos años de experiencia en la creación y conducción de programas radiofónicos dedicados al cine, se pone al otro lado de la cámara para guiarnos en un curioso viaje a Irán. De su mano, recorremos desde las calles de la capital a las encrespadas y resecas montañas, pasando por verdes campos de cultivo de hierbas altas y espacios vacíos.

Tolentino quiere mostrar al mundo la herencia musical de Irán y su enriquecedora mezcolanza. Quiere también poner voz y rostro a la población de aquel país, a jóvenes y ancianos de variados extractos sociales, que hablen lo que libremente puedan y nos relaten sus recuerdos, esperanzas o, simplemente, gustos musicales.

El guion de este documental está planteado de una manera anárquica. Quiero pensar que es un recurso para dar una sensación más realista: la de un viajero que deambula por el país sin guía, dejándose llevar por caminos al azar, descubriendo y destapando las vidas de las diversas personas que se encuentra a su paso.

La intención es buena y clara, pero para el espectador es una prueba de atención y comprensión que tiene que estar dispuesto a superar. Hay que estar muy convencido de lo que uno va a ver, pues la sucesión de escenas de distinta técnica gráfica, también con distintas temáticas y explicaciones intermitentes, desconciertan demasiado.

Se supone que el papel del polifacético y joven artista Erfran Shafel es el de conductor o guía de este viaje; sin embargo, sus apariciones esporádicas y su falta de presentación no cumplen esa función y lo dejan como otro elemento suelto, simpático, aunque aleatorio.

La sombra del cine iraní planea durante toda la proyección, además de las menciones que de él se hacen en la cinta. Las obras de Jafar Panahi y, en especial, Taxi Teherán sobrevuelan la obra de Tolentino imponiendo un involuntario listón que juega en contra del director español. Creo que este último juega demasiadas cartas y se queda, como suele pasar en esos casos, en medio de la nada.

A Tolentino le salva la fuerza de la realidad y, a pesar de lo irregular de su propuesta fílmica, yo, personalmente, le agradezco que me haya presentado y mostrado un Irán diferente, musical y artísticamente esperanzador.

www.contraste.info
Revista Contraste
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