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Voto de Revista Contraste:
6
Drama. Bélico En febrero de 1976 en Yibuti, un bus escolar fue secuestrado en la frontera somalí. Tras 30 horas de extrema tensión, se decide organizar una operación de rescate. (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2019
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirada en acontecimientos verídicos, esta producción francesa añade algunas licencias al guion para recrear el contexto de 1976 en Djibouti. Con un presupuesto limitado, el director consigue combinar la imagen y el reparto para ofrecer mucha acción.

El inicio sitúa al espectador en la última colonia francesa, donde los somalíes empiezan a rebelarse para conseguir la independencia. Con ese fin, deciden secuestrar un autobús escolar y llevarlo a la frontera, lo que desata las alarmas, ya que los niños podrían desaparecer para siempre. La Legión toma posiciones para contraatacar y, desde París, se decide enviar a una unidad de francotiradores para intervenir en el rescate (conocida actualmente como GIGN: Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional). De esta manera, se empieza a generar un clima de tensión, con varios niños en medio de un campo con los legionarios a un lado y un grupo de terroristas somalíes al otro. Además, los altos cargos prefieren ir por la vía de la diplomacia, una decisión fácil de tomar desde un despacho, sin estar presente en el conflicto.

Aunque con una buena premisa, el film funciona en gran parte gracias a los actores. Alban Lenoir realiza un gran trabajo en su interpretación de jefe de grupo, convirtiéndolo en un líder carismático con el que es fácil empatizar. También destaca Olga Kurylenko como profesora y pacificadora en la misión, una de las piezas clave, quien, como se puede observar en la cinta, tiene gran facilidad para rodar en varios idiomas.

Las localizaciones marroquíes en las que ha sido rodado el largometraje ayudan a sumergir por completo a la audiencia en esta historia. Los planos ambientan correctamente la narrativa y enmarcan la acción, que se desencadena inevitablemente. Sin embargo, las escenas con francotiradores, que empiezan siendo realistas, acaban pareciendo forzadas y posicionando a los hombres como una especie de superhéroes a los que la batalla casi no afecta. No obstante, hay que resaltar que el GIGN ha llevado a cabo en la vida real muchos rescates de rehenes de manera victoriosa por lo que, a pesar de aparentar idealizados, sus triunfos sí han sucedido.

Un relato desconocido por la mayoría –que Fred Grivois ha querido mostrar en la gran pantalla aprovechando al máximo los recursos de los que disponía– hace que La intervención no diste mucho de las grandes películas de acción americanas.

www.contraste.info
Revista Contraste
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