El 24 de junio de 2022 se revocó la sentencia Roe v. Wade, algo que ha dado mucho de qué hablar. Por ello, quizá, adquiere mayor importancia el visionado de El grito silencioso. El caso Roe v. Wade, una cinta que, al margen del entretenimiento o de sus argumentos, contiene el testimonio de los protagonistas del caso.

Es cierto que es demasiado ambiciosa, pues no solo relata el proceso judicial –con todas sus irregularidades– sino que también aborda la vida de Bernard Nathanson, “el rey del aborto” y narrador en off de la película, y da pinceladas sobre otros personajes involucrados en el pleito. Aun así, Cathy Allyn y Nick Loeb han logrado estructurar un buen guion y –lo más relevante– recabar numerosos datos que avalan esta historia basada en hechos reales.

Probablemente, la opinión previa que el espectador tenga acerca de la materia puede modificar su percepción del film, pero es innegable que aporta una herramienta valiosa y necesaria: información. De ese modo, sea cual sea el parecer del público, el largometraje proporciona un punto de vista que facilita formarse una idea fundamentada.

Además, la propuesta cuenta con un grupo de actores conocidos que hace un buen trabajo y, a pesar de que algunos diálogos no son muy naturales, el conjunto resulta dinámico. Asimismo, más allá de su tema principal, permite reflexionar acerca de la manipulación mediática o el equilibrio entre la emoción y la verdad a la hora de juzgar una situación.

En definitiva, aunque se pueden encontrar defectos al proyecto, El grito silencioso posibilita que todos estemos al mismo nivel de conocimiento gracias a que saca a la luz sucesos para muchos desconocidos.

Hay que avisar, por último, de que trata de ser poco explícito, pero sí cuenta con alguna escena que podría herir sensibilidades.

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