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Voto de Revista Contraste:
5
Drama Para superar su drogodependencia, Thomas, un joven de 22 años, se une a una comunidad religiosa aislada en el monte en la que los jóvenes se rehabilitan a través del recogimiento espiritual. Thomas habrá de pelear con sus demonios interiores, con su rechazo inicial y con la presencia de Sybille, de la que comienza a enamorarse.
21 de mayo de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cédric Kahn escribe y dirige esta película totalmente inspirada en la Comunidad del Cenacolo. Esta comunidad fue fundada en el 1983 por la Madre Elvira. Actualmente, sus casas se encuentran alrededor del mundo y ayudan a salir de las drogas y de cualquier situación de adicción o fracaso personal a miles de jóvenes cada año. Su éxito está basado únicamente en el Amor (fraternal y espiritual). En la Cenacolo no hay medicamentos ni médicos y los superiores son aquellos que llevan más tiempo en el camino de la comunidad.

Este ha sido el impactante escenario que ha escogido el controvertido cineasta para plantear su siguiente largometraje. Y sin querer poner maldad en ello, al menos eso esperamos, Kahn (Feux Rouges) hace su propia interpretación del retrato.

Cinematográficamente la cinta cautiva por muchos motivos. Primero por Anthony Bajon, que se ha merecido el premio a mejor actor en el Festival de Berlín y su nominación en los Premios César. Del mismo modo, Yves Cape también atrapa con su trabajo fotográfico en el que retrata, de manera costumbrista, cada paisaje, la rutina de la casa, etc. El director también pone interés en plasmar la desgracia de vivir en un mundo deshumanizado y en cómo las adicciones destrozan vidas y familias. Y ante ello, plantea la importancia de la amistad y de una comunidad para salir de estas situaciones.

Sin embargo, el enfoque de esta idea deja que desear. Pese a retratar concienzudamente todas las costumbres de la casa (como los testimonios, las obras de teatro, la fiesta de verano, la comunidad de chicas y la mucha compasión humana), el director olvida tintar la película con la profunda alegría que sienten sus miembros o con la esperanza del esfuerzo personal que realizan.

En cambio, pone el acento en lo que uno se priva al entrar en la comunidad como el sexo o la “libertad”. En este sentido, por ejemplo, cuando en la trama se plantea una vocación espiritual, esta se enfoca desde la renuncia y no desde la ganancia. La severidad de la benefactora o la vaga explicación de su elección final deja a los espectadores un regusto desesperanzado sobre el método Cenacolo.

www.contraste.info
Revista Contraste
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