Yo era una adolescente romántica en la época que vi por primera vez "El Dependiente" y por primera vez advertí el grado de envilecimiento que sutilmente puede contaminar a ciertas relaciones de pareja, sobre todo cuando todo el contexto familiar y social colabora para que así sea.
Recién algunos años después leí los relatos de Roberto Arlt, y encontré en "Noche Terrible"(también llevada al cine por Rodolfo Kuhn, un cineasta argentino de generación similar) y particularmente en "El Jorobadito", mensajes muy similares y magistralmente escritos. El guión de "El Dependiente" es de Favio y su hermano Jorge Zuhair Jury pero la esencia de lo que se nos cuenta debe mucho a la literatura de Boedo. Por eso cada vez que revisiono esta película pienso en los personajes de Roberto Arlt. La pareja de actores que
representan a los novios del relato (Walter Vidarte y Graciela Borges) realiza una actuación sobresaliente, al igual que Nora Cullen como una suegra que encarna todos los defectos de lo
que viene después de las idealizaciones y mitos con los que sueñan los enamorados.

Dice Favio sobre sus criaturas: "Cada personaje está bordeando el ridículo y, en ese punto, la película se convierte en una tragicomedia, esa mezcla de grotesco y ternura".
La dependencia a la que alude el título está en diversos niveles: estrictamente el protagonista es el dependiente de la ferretería lugareña de don Vila, pero más hondamente es
dependiente de sus inhibiciones, de su incapacidad.
Una obra cruel, de feroz ironía en la que el cine argentino de los sesenta muestra la asfixia sin horizontes de un pueblo pequeño, de sus habitantes perdidos entre la rutina y el
habito.
Tal vez el mayor aporte de esta pelicula sea su forma solapada de humor, negro apretado y significativo.

El film obtuvo una mención especial en el festival de San Sebastián, año 1968.