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Argentina Argentina · santa fe
Voto de rouse cairos:
6
Romance. Drama En Montreal, tres amigos íntimos se ven involucrados en un triángulo amoroso. Marie (Monia Chokri) y Francis (Xavier Dolan) conocen un día a Nick (Niels Schneider), un chico recién llegado del campo. Pronto empieza a surgir entre ellos un vínculo sentimental. (FILMAFFINITY)
28 de marzo de 2012
63 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda película del jovencísimo director francocanadiense Xavier Doland (que en inglés se conoció como “Heartbeats”) despliega los sentimientos encontrados que circulan por el delirio amoroso en un marco estético que no escatima detalles personales.
Marie y Francis son dos jóvenes francocanadienses (él gay y ella hétero) que viven holgadamente en una sociedad que no muestra más conflictos que las relaciones interpersonales familiares, amistosas o sentimentales. Esta dupla tiene entre sí, una amistad de almas gemelas, compartiendo refinadas aficiones intelectuales y una alta dosis de frivolidad que incluye la adhesión apasionada a la moda vintage, particularmente en la ropa, pero también en la poesía y las películas: precisamente “Los amores imaginarios” se inicia con una cita de Alfred de Musset, uno de los máximos referentes de la lírica amorosa del siglo XIX: “No hay más verdad en el mundo que el delirio amoroso”.

Los protagonistas tienen una insatisfecha vida sentimental por separado, que comprende fugaces amores de alcoba, cuya frustración pareciera devenir de que la atracción no pasa más allá de lo físico. A lo largo de la historia, los veremos a cada uno por su lado intercambiando besos y caricias sin excesivo convencimiento con sus parejas ocasionales. Pero el desencadenante que moverá el conflicto de la película será la aparición de un Nicolás, un efebo de irresistible seducción que parece compartir con ellos los mismos gustos intelectuales, desde la poesía romántica al cine de Audrey Hepburn. Y sucede lo previsible: al reunir lo que en ellos funcionaba por separado (la atracción física y espiritual), Marie y Francis se enamoran de Nicolás y aunque no lo admitan abiertamente, la irrupción de este personaje desencadena un delirio amoroso en cada uno de ellos y se desata la competencia por la atracción del objeto de deseo. Los sentimientos encontrados se suceden en la tensión de un triángulo que va desde la idealización a la histeria y el desencanto.
Xavier Dolan, el joven director y actor de su película (donde interpreta a Francis), entrelaza la ficción con su vida real al modo en que lo hacen los blogs, entretejiendo una estética personal que no descuida detalles, logrando un producto nada clásico y muy ecléctico, donde la banda sonora junta temas de Dalida (diva popular de los sesenta) para en algún momento de intimidad, deslizar una suite de Bach que se deja oír en ambientes confortables rodeados de pinturas, esculturas y libros.

El conflicto principal de los dos amigos enamorados de un tercero que no se define por ninguno, está enmarcado por otros relatos con estilo documental, donde diferentes jóvenes anónimos confiesan sus conflictivas experiencias sentimentales, que van desde la inseguridad de género hasta la paradójica certeza de que la distancia física y la lejanía de lo imposible son acicates decisivos de los grandes fuegos que se vuelven demasiado suaves o directamente desaparecen en la cotidianeidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rouse cairos
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