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Argentina Argentina · santa fe
Voto de rouse cairos:
7
Comedia. Drama. Romance Ezequiel, un compositor que debe escribir la música de una nueva película, no encuentra la inspiración. Tiene, además, problemas para pagar un crédito. Cuando llama al banco, mientras espera que lo atiendan, escucha una melodía ideal, justamente lo que estaba buscando para la película, pero, después, no es capaz de recordarla. La secretaria del gerente del banco, que está embarazada, espera la llegada de su madre que viene de España ... [+]
30 de abril de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El infaltable azar vincula las diferentes historias de Ezequiel (Peretti) y Paula (Oreiro), cuya relación empezará mucho más cercana al odio que al amor a primera vista: el personaje central es un compositor de música para películas, momentáneamente falto de inspiración, que atraviesa un reciente divorcio y problemas económicos apremiantes. Una llamada al banco donde intenta diferir una entrevista para postergar el pago de un crédito desencadenará lo inesperado. En el lugar menos previsible, mientras lo remiten de una instancia a otra, con música de espera, aparece la melodía buscada. La necesidad de volver a escucharla, lo vincula con Paula, la secretaria de la empresa donde está el ringtone. Ella a su vez, se encuentra con un embarazo a término pero sin pareja y justo cuando inesperadamente su madre -que vive en España (Norma Aleandro)- le anuncia una inminente visita. El problema reside en que Paula no ha blanqueado ante su familia distante esta presente situación de madre soltera y les ha hecho creer que no está sola, inventando una situación de pareja inexistente, lo que se ajusta como anillo al dedo para que, al conocer casualmente a Peretti le pida -a cambio de ayuda para hallar el ringtone-, que simule ser su marido mientras dure la visita de la madre, una controladora suegra inolvidable, interpretada magistralmente por Norma Aleandro.
Las situaciones más hilarantes de la película estarán generadas en torno a las simulaciones para despistar a esta inquisidora “suegra” y también en las breves pero eficaces intervenciones de numerosos personajes secundarios, como los vigiladores del edificio bancario que remiten a los dúos cómicos propios del “cine mudo”.

Detrás de la risa, la película también refleja ligeramente situaciones que pueden ser reconocibles por los espectadores: familias disfuncionales, con parte de sus miembros radicados fuera del país; los infaltables chantas de la picaresca criolla -muy aggiornados a los tiempos que corren- como el ex socio de Exequiel que hace de la música un negocio y no un arte. También el film expone la nueva situación de las mujeres jóvenes independientes que se abren paso a nivel laboral y personal, saliendo de los esquemas convencionales.
La película tiene una impecable fotografía y un montaje muy ágil, lo que no sorprende al saber que detrás está la productora de Daniel Burman y Diego Ducovsky, una de las más prolijas en la Argentina en cuanto a la estética y el cuidado de cada toma, además de que tanto los guionistas como el joven director acreditan una trayectoria en la nueva televisión argentina.
Más allá de su buena factura, convincentes actuaciones y un guión que funciona, la película no ofrece mucho más que puro entretenimiento.
rouse cairos
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