Si mi valoración no ha sido positiva es porque me he dejado llevar por las corrientes cinematográficas que imperan hoy en día. Pero la verdad es que estamos ante una obra que, dentro de unos años, será revisionada, convirtiéndose en un nuevo referente para el séptimo arte.

Un nuevo concepto de cine permanece latente en el fondo de esta película, un producto inabarcable e incomprensible, que generea desconcierto y desesperación en quién lo ve.

Una luz tan potente y hermosa que, a día de hoy y por desgracia, sólo nos quema la retina.