Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de zoquete:
8
Drama En un bulevard parisino muy concurrido, alguien echa un papel muy arrugado en la mano de una mendiga. Este es el lazo que, por unos instantes, une el camino de personajes muy dispares: Anne, una joven actriz que está a punto de empezar su carrera en el cine, apenas ve a su novio Georges, pues es fotógrafo de guerra. Jean, el hermano pequeño de Georges, no tiene ningún interés en ocuparse de la granja de su padre. Amadou, profesor de ... [+]
19 de julio de 2005
91 de 105 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última filmación de Michael Haneke es, ante todo, una reflexión europea, cargada de un realismo incómodo que obviamente carga, aburre y decepciona si no se adquiere el compromiso de bucear en el metraje. Como ese mendigo en la puerta de la parroquia, que casi empezamos a odiar pues empobrece el paisaje y repite su deprimente imagen cada día del año. Como esa madre histérica que chilla a sus niños que se abalanzan sobre la calzada estando el semáforo en rojo. Lo hemos vistos tantas veces que, de encontrarlo en el cine, preferimos que acaben entre las ruedas del vehículo, a ver si al menos podemos dar un poco de color al gris del asfalto.

Pero incluso sin vísceras, misiones a cumplir o dama a conquistar, podemos sobresaltarnos con las mismas situaciones que respiramos cada día, pero que hemos aprendido a ignorar, obcecados por el poderoso pragmatismo del ascenso social. ´Código desconocido´ no hace sino presentarnos los mismos escenarios, las mismas situaciones, los mismos frescos urbanos que nos rodean aquí y ahora, pero en una sala comercial, como obligándonos a replantearnos el papel que estamos representando en nuestras vidas, sensibilizándonos de nuestra condición de protagonistas del mundo real. Es una película que posee escenas de aquellas que las síntesis cinematográficas incluyen entre sus pastiches. Adelantar parte del argumento no tiene sentido, pues carece del mismo. Un par de escenas pueden ser representativas del planteamiento que se nos ofrece, mientras que el nudo parece dejarse para nosotros, desterrando por supuesto la simplista idea de la necesidad de desenlace.

La primera de ellas presenta a un joven que arroja un papel sobre una mendiga. Otro joven le amonesta por la innecesaria humillación, con lo que se desata una disputa. Conforme avanza el conflicto, nos encontramos censurando el comportamiento del chiquillo, pero también identificándonos con él, pues en nada se diferencia de cualquiera de nuestros seres queridos, incluso de nosotros mismos.

La segunda escena, posiblemente la más incómoda de todas, nos muestra la humillación de Juliette Binoche (espléndida, ¿hace falta decirlo), en un vagón de metro por unos graciosillos de turno. No se trata de ninguna situación ingeniosa o artificio para que el amado demuestre su valentía. Tampoco la violan, desfiguran el rostro o extraen las vísceras. Pero... molesta por su evidente cercanía. No pensamos en que podría haber pasado en las líneas de nuestra propia ciudad pues YA ha pasado. Recordamos entonces dolorosamente nuestra indiferencia mientras nos excusamos con un ‘ no es tan grave’ o ‘ ¿dónde está la policía?´.

A quien le guste la Binoche podrá asistir aquí a un recital interpretativo sin maquillaje, al igual que su rostro. En ningún momento parece preocuparse por mostrar ‘ su lado bueno’, antes al contrario. Para quienes ya nos hemos rendido a ella, la atracción se ha hecho eterna, pues se ha despojado de sus capas de acetato.
zoquete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow