¡Qué película tan excelente, tan bella, tan romántica, tan encantadora!; acerca de un alma noble y buena, Nello Balocchi (Neri Marcoré), un hombre ilustrado, sereno, apocado, demasiado respetuoso y pacífico, poético, sensible, que como es sabido no es el prototipo biológico que atrae a las mujeres, pues por regla general a éstas les animan más los tipos (al menos a priori) atrevidos, lanzados, que las sigan, que las consigan y que las invadan más allá de los convencionalismos.

Este ser cándido, tímido y humilde es enviado por su padre desde Roma a Bolonia, pues allí le ha conseguido un puesto de trabajo como profesor en un instituto, entre otras cosas para que coja experiencia valiéndose por sí mismo lejos de la seguridad superprotectora del hogar paterno-materno y también si es posible para que trate de echarse novia y casarse. Entonces Nello, efectivamente se abrirá al universo novedoso y alucinante, sintonizando con sus alumnos, quienes los adoran, encontrando a un buen amigo y sobre todo enamorándose por primera vez en su vida y conociendo la fuerza inmensa atrapadora que despierta el amor por una mujer; el único problema es que ella no es de su condición bondadosa sino la típica fémina calculadora y que detrás de sus atractivas tetas, que "tiran más que dos carretas", lo que en realidad tiene es un durísimo esternón.

Excelente el trabajo de Pupi Avati, gran guionista que con este film también ha demostrado que es magistral cuando se pone a dirigir (obtuvo con "Il cuore altrovee" el premio "David di Donatello" al mejor director).

Se trata de una película de máxima puntuación y honores, recomendable sin ningún tipo de dudas, de las que se ven y vuelven a ver con gran agrado y añoranza muchas veces a lo largo de la vida.

Espléndida, preciosísima obra fílmica sobre un hombre bueno enamorado, cuya filosofía al respecto es positiva, no le importa el daño o las heridas psíquicas que le puedan provocar la experiencia de enamorarse, sino que piensa como alguien dijo alguna vez, que "ES MEJOR HABER AMADO Y PERDIDO QUE NO HABER AMADO NUNCA", o también aquello de que "AMAR ES TORNARSE VULNERABLE, ABRIR EL CORAZÓN Y ARRIESGARSE A QUE OTRO TE LO PARTA".

Fej Delvahe