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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
7
Drama Un fotógrafo que vive y trabaja en Estambul y que siente que el paso del tiempo y las preocupaciones de la vida cotidiana lo han alejado de sus ideales de juventud se ve obligado a acoger en su casa a su primo, un obrero que ha ido a la capital turca para encontrar un empleo que le permita vivir. (FILMAFFINITY)
7 de agosto de 2008
38 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra de tono melancólico, triste, según los sentimientos que muchos padecen en este mundo, fruto de experimentar la desazón de la vida, el desabrimiento del transcurrir existencial. Viven en plena búsqueda de algo que mejore sus vidas, pero a pesar de haber sido juntados coyunturalmente por la vida, son personas de formaciones, criterios, estilos y búsquedas muy distintas, son dos seres humanos que no podrían vivir juntos por mucho tiempo, o ¿quíen sabe?

Dos hombres solitarios, primos de parentezco, uno fotógrafo bien remunerado, instalado burguesmente en la capital Estambul; el otro medio campesino, obrero de trabajos brutos que se viene a la capital y se instala provisionalmente en casa del citado familiar mientras busca trabajo.

A pesar de que uno es el que tiene empleo, seguridad, una buena casa, un coche, etc., y otro no tiene nada de esto pero aspira a tenerlo, ambos están en el mismo nivel de incertidumbre y vacío existencial, preocupados por como pasa el tiempo de sus vidas sin sentir auténtica felicidad, sentido o satisfacción de ser.

A toda esta atmósfera psicológica de pesadumbre se suma la atmósfera del clima que aparece con frecuencia a lo largo del filme: una Estambul nevada, lluviosa, gris, invernal; indicativos de lo tenebroso que es el presente de los personajes y lo oscuro que aparece el futuro ante ellos.

Lo excelente en este filme y que mejor describe el director Nuri Bilge es la realidad que suele ocurrirle a una persona solitaria, individualista, meticulosa de la limpieza, ordenada, encuevada en su nido o perrera, cuando de repente tiene que alojar en su espacio de independencia, donde suele ser él mismo, a otra persona; por más hospitalario que sea uno, por más compartidor o acogedor que acostumbre ser, en cuestión de unos días la presencia del invitado se vuelve crispante, cargante, hasta el grado de que puede transformarse en odiosa. Este proceso cotidiano lo filma de manera sublime nuestro estimado Nuri Bilge Ceylan.

Sin duda es una gran película. Pero, ojo, si Ud. por lo general tiende a deprimirse, no se la recomiendo.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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