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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
7
Romance. Drama El adolescente Vladimir se siente subyugado, desde la primera visita de cortesía, por su vecina, la arruinada y extravagante princesa Zenaida, durante un verano de tempestades internas y crueles revelaciones. Pero Zenaida no le corresponde, y Vladimir ve como se rompe su frágil universo infantil y la inexistente armonía del núcleo familiar, ya que a su desamor se une el conflicto entre padres e hijos en una Rusia donde conviven el ... [+]
26 de diciembre de 2007
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosamente cuando uno busca en las filmografías de Maximilian Schell habidas en Internet, quienes las realizan rarísimamente hacen constar la película en la cual él hizo con bastante probabilidad el mejor papel, como máximo protagonista, de toda su carrera cinematográfica: me refiero a "EL HOMBRE QUE NO QUERÍA SER SANTO" (Edward Dmytryk, USA 1962), en cambio los "expertos" en datos sobre su vida sí citan otros tipos de curiosidades de menor orden como que él es el padrino de la actriz Angelina Jolie. ¡¡¡Tiene guasa la cosa!!!

Pues bien, este excelente actor —que hizo de san José de Cupertino, un santo italiano del siglo XVII en el citado film del directo Edward Dmytryk, "El hombre que no quería ser santo"
(pueden ver mi crítica sobre dicha película aquí mismo en Filmaffinity)— sentía tanta atracción por el relato "Primer amor" (1860) del ruso Iván Turgenev, que se empeñó en llevarlo a la pantalla de cine y lo hizo, aunque para ello tuvo que emplearse de guionista, de productor junto a Barry Levinson, de director y también interviniendo como actor secundario.

En este pequeño relato, Turgenev describe la experiencia de lo que con casi toda seguridad le ocurrió a él mismo en el campo, siendo un adolescente de una familia de ricos terratenientes de la zona de Orel, en Rusia; es decir, las arrebatadoras sensaciones, la hipnotización de un joven de 16 años cuando se enamora y queda prendado de una atractiva vecina, unos pocos años mayor que él. Sólo que el relato no se conforma simplemente en el romanticismo, tiene su parte enrevesada que Maximilian Schell, en el papel de progenitor del adolescente enamorado, va conduciendo sin revelarlo en su totalidad hasta el final.

Este consejo le da la joven, mucho más experimentada en amores que su enamorado, cuando ve la ingenuedad y la limpieza de corazón del muchacho, y no queriendo herirlo: "Huye del amor de las mujeres / huye de esa felicidad / huye de ese veneno."

No se trata de una película sobresaliente, pero es interesante verla y comprobar como Maximilian Schell hizo también sus pinitos en la faceta de director y con aprobado.

Por último decir, que M. Schell dedica esta película a uno de los mejores pianistas del siglo XX, el rumano Dinu Lipatti.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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