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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
10
Western Quirt Evans (John Wayne), un pistolero malherido, llega a un pueblo, donde una familia lo cura y le devuelve la vida. La sencillez y bondad de esas personas cambian la forma de ver las cosas de Quirt, que se va enamorando de Penélope (Gail Russell), la bella hija de la familia. Pero Laredo Stevens (Bruce Cabot), su mortal enemigo, va tras él y, tarde o temprano, tendrán que enfrentarse... (FILMAFFINITY)
29 de junio de 2008
37 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
La esencia del guión versa sobre las chispas y las bendiciones que surgen en la relación ying-yang, entre los opuestos, en este caso concreto entre un duro pistolero acostumbrado a la violencia y una familia de conducta religiosa no-violenta, compuesta por aquellos colonos que llegados a EE.UU. procedentes de Europa, se habían asentado en las regiones del Oeste Estadounidense, durante la conquista y desplazamiento de los indios norteamericanos; un tipo de familias cristianas básicas, de gente no violenta que se hacían llamar "Sociedad de Amigos o Cuáqueros".

El lema de este grupo de familias cristianas pertenecientes al marco cristiano surgido de la Reforma Luterana en Europa, era este que sale enmarcado en la película: «EACH HUMAN BEING HAS AN INTEGRITY THAT CAN BE HURT ONLY THE ACT OF THAT SAME HUMAN BEING AND NOT BY THE ACT OF ANOTHER HUMAN BEING.» Es decir: «Cada ser humano tiene una integridad (dignidad) que sólo puede ser herida por el acto de ese ser humano y no por el acto de otro ser humano.»

El argumento del filme nos presenta a una familia de los citados cuáqueros, un padre y una madre con una hija mayor en la edad de la lindura llamativa y un hijo menor, asentados en la topografía agreste y semidesértica del Oeste norteamericano. De repente un día llega a ellos un pistolero herido que huye de unos perseguidores. La familia lo acoge, lo cuida y lo trata con tal humanidad que el duro pistolero (John Wayne) se siente conmovido además de surgir el amor entre él y la joven muchacha o hija mayor de esta familia cristiana-hospitalaria.

A partir de aquí se desarrolla una historia preciosa, donde el pistolero les defiende a ellos de gente egoista y malvada, a la par que se va transformando su interior por el amor y trato humanitario recibido.

Un filme encantador, que en mi gusto personal lo prefiero a la famosa y consagrada película "La diligencia" de John Ford.

La bella Gail Russell y el apuesto John Wayne hacen una labor cinematográfica de mucho agarre sentimental. Ambos nos transmiten su enamoramiento perdido o ganado de una forma convincente y conmovedora, conquistando los corazones de los espectadores, con gran acierto poético, realista, religioso y en definitiva: maravilloso.

Una película muy romántica, de las que se ven y gusta guardar para volver a visionar repetidas veces a lo largo de una vida o muchas vidas.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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