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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
9
Cine negro. Drama Con sólo catorce años, Tolly ve cómo cuatro encapuchados asesinan a su padre. Veinte años después, su único objetivo es encontrarlos para satisfacer sus deseos de venganza. (FILMAFFINITY)
23 de noviembre de 2010
44 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine negro de gran calidad. El tema principal es la venganza. El protagonista principal es Tolly Devlin, un muchacho que ve morir a su padre a manos de cuatro delincuentes. Para dar con ellos y vengar a su ascendiente, premeditadamente: delinquirá, entrará en la cárcel, se hará una persona de duro carácter y se introducirá en la organización de gángsteres que asesinaron a su progenitor.

Una película de correcta construcción y desarrollo, no en vano Samuel Fuller fue en esta obra: productor, guionista y director.

En cuanto a su protagonista principal, Cliff Robertson, el actor que más parecido tuvo siempre con Rod Taylor y que también protagonizaría uno de los filmes bélicos más estresantes de la historia del cine ("Comando en el mar de China", de Robert Aldrich, USA 1970), sólo decir que hace una interpretación genial y contundente de tipo vulgar nacido en los bajos fondos de una ciudad estadounidense. Y es más, nos ponemos amigablemente de su parte por dos motivos, en primer lugar porque ansía vengar un crimen que a cualquiera nos dolería (y los seres humanos por lo general nos identificamos con la venganza y con el vengador, sentimos “plenitud” cuando se trata de darle a los canallas su propia medicina), y en segundo lugar porque se cruza en su vida una muchacha, Cuddles (interpretada por Dolores Dorn) a la que salva; ella le devolverá el favor enamorándose perdidamente de él, envolviéndolo en un cierto estado amoroso, logrando que sintamos a Devlin como un rudo hombre más cercano y simpático si cabe.

Delicioso el semblante de esta actriz cada vez que él la está besando en el cuello y ella le confiesa: “¡Me encanta cómo besas!”. La verdad es que este enamoramiento dentro de la agria historia, nos cautiva gracias a la encantadora Dolores Dorn, cuyo personaje encima pone la siguiente guinda poético-amorosa en un momento dado del amorío:

“Algunas mujeres cuando besan se sonrojan.
Algunas mujeres llaman a la policía.
Algunas sudan.
Algunas muerden.
Algunas ríen.
Algunas lloran.
Y yo.
Yo me muero, me muero,
me muero por dentro
cuando me besas.”


Fej Delvahe
Fej Delvahe
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