La película no pertenece en absoluto al género de terror. Es un dramón insufrible, a ratos psicodélico y en conjunto, un muy digno ladrillo de sobremesa del sábado en Antena 3.

La totalidad de la trama carece de una estructura definida y tan siquiera de un guión. Los hechos se suceden uno tras otro sin ningún tipo de lógica, como si los actores estuviesen improvisando cada uno por su cuenta sin saber lo que está haciendo el otro.

Los personajes cambian de blanco a negro de una escena a la siguiente. El bueno es malo y a los 5 minutos es bueno pero me vuelvo a enfadar y me pongo a disparar pero luego me arrepiento y tiro el arma y ataco al que la acaba de coger y se la arrebato pero me sabe mal haberle hecho daño... y así todo el rato.

El argumento y el desarrollo lógico de sucesos sencillamente no existe. Pero es algo que se intuye desde los primeros 5 minutos de película así que al final no resulta una decepción. Si ves la película ya sabes que va a ser una chorrada sin sentido.

Uno espera, en última instancia, que se nos revele un personaje o un hecho atroz y sorprendente en algún momento. O que algún personaje o alimaña haga algo que precipite los acontecimientos pero no, en toda la película no pasa absolutamente nada.

Película ideal para no ser vista.