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España España · Neverland
Voto de Dragondave:
8
Romance. Drama. Comedia Lo que comenzó como un juego de infancia entre Sophie y Julien, un juego de atrevidos retos, con el tiempo se ha convertido en una forma de vida. Sophie y Julien llevan ese juego hasta el límite, se burlan de todo y de todos y se hacen daño deliberadamente. Moderno cuento de hadas que relata una grotesca y hermosa relación de amor-odio. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2008
54 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que a veces el amor es un juego. Dicen que nos volvemos como niños. También se presupone que son los niños los que juegan solamente.
Pues creo que todo esto es mentira.
El amor no es un juego. El amor es el tablero sobre el que dos personas lanzan sus dados con el objetivo de que sus fichan coincidan al final de la partida, es decir, el amor sería el lugar donde "jugar".
No nos volvemos como niños, ni siquiera adolescentes, cada uno es como es, y el amor no reconvierte a nadie, simplemente le recuerda como es y le hace ser fiel a sí mismo.
También es mentira que sólo los niños jueguen o puedan jugar, pues en verdad es uno cuando se hace mayor cuando empieza a jugar "con estrategia".

¿A qué vienen todas estas chorradas? Pues no lo sé exactamente. Será San Valentín y el recuerdo de esta película que me dejan inundado de sensaciones extrañas y pensamientos abstractos con toques mágicos y adornos coloridos.
Una película donde ves que el amor no es "comieron perdices forever" sino que implica algo más, engloba tanto lo bueno como lo malo, el tiempo no se detiene pero tampoco las situaciones.
Por ello, considero erronea la percepción de que uno quiere más a una persona por el simple hecho de no discutir nunca o estar siempre juntos, es más, para mí tiene más valor quien a pesar de estar alejados o a pesar de las discursiones sigues a su lado, le apoyas aún cuando esa decisión no es de tu agrado, besas su mano, arrodillas tu alma y arrancas sin tapujos tu corazón de entusiasmo cada vez que la ves de nuevo despertar entre tus brazos.
Y es que el amor no es plato de un día, sino festín de toda una vida repartido a cachitos que has de degustar con el amargo sudor del día a día. Y ese día a día vívelo como si fuera el último, pues sólo así lo apreciarás como debes. Esto, sobretodo, aparte de su fotografía, música, actuaciones y magia, el representar este hecho de forma tan acertada y simbólica me ha encantado.

Así que no privo a nadie de regalar lo que guste en San Valentín, pero no olviden quererse los 364 días restantes, pues el Amor no vale 50€ ni se compra en el Corte Inglés.
Y por ello yo regalo esta crítica a quien con su inocencia y delicadeza ha sabido regalarme durante todos estos días su ternura, sus caricias, su alegría y su corazón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Dragondave
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