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España España · Barcelona
Voto de Navarro182:
9
Drama Drama existencialista situado en el extrarradio de Helsinki. En él se narra un viaje al fin de la noche de Simo, un chico de 14 años que es arrastrado por las ideas catastrofistas de su hermano mayor, un alcoholizado maleante. (FILMAFFINIY)
27 de octubre de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un tren se abalanza hacia aguas turbulentas, el puente se desmorona, Simo lo ve todo de lejos. De pronto, le vemos en uno de los vagones sumergidos del tren. El agua sube. Se está ahogando…esta vez no han sido los nazis como en Europa (1991, Lars Von Trier), así es como empieza Concrete night (Betoniyö, 2013) de la conocida documentalista finlandesa Pirjo Honkasalo. Desde el primer fotograma se nos sumerge en un universo lynchiano, donde lo onírico y lo real irán atados al mismo raíl. El blanco y negro del filme elevan la estética al expresionismo lírico de obras como La noche del cazador (The night of the hunter, 1955, Charles Laughton) o El séptimo sello (The seventh seal, 1957, Ingmar Bergman).

Concrete night remueve las bases del apodado “thriller psicológico” con elementos de suprarrealidad y personajes perdidos, insertando ambos en los marcos vacíos que exhibe el extrarradio de Helsinki. La noche acompaña las andanzas de Simo, un adolescente descabellado que a falta de una figura paterna o materna (la madre no ejerce dicho "título"), se deja llevar por su hermano mayor y sus ideas apocalípticas sobre la extinción y escorpiones, que le conducirán en la misma dirección que el personaje de Ryan Gosling en Drive (2011, Nicolas Widing Refn). Por si fuera poco tratar del tópico familia fragmentada, nos habla del salto del adolescente a la madurez y los sinos de la homosexualidad latente, junto con los prejuicios sociales hacia ésta. El conflicto interior de Simo, desprovisto de una base sobre la que echar raíces, entra en catarsis coincidiendo con una fotografía nada inocente. Una mirada desde el piso de enfrente, resume por completo las dicotomías interiores y las dudas del adolescente, mirada parecida a la de Jean-Pierre Léaud en Los 400 golpes (Les 400 coups, 1959, François Truffaut).

Dejaos llevar por la atmósfera opresiva que nos introduce junto al protagonista, en sus pesadillas y en su realidad, seguid el curso del río. La fotografía juega de forma excelente con el blanco y negro y la luz expresionista para remarcar un espacio y unos sentimientos (lo exterior nos muestra el interior de los personajes). Espejos, ventanas, reflejos en la orilla… simbolismos de un cuerpo y una mente fraccionados. Las calles vacías y la secuencia de la noria (resalto los movimientos de cámara que suman en estética y significado) potencian dicho microuniverso de Simo y representan, al mismo tiempo, el puente entre él y su consciencia. Está solo contra el mundo, él contra la sociedad, le acompañan las palabras de su hermano que en su cabeza se repiten: «solo debes temerle a la esperanza».

- escrita para 400films -
Navarro182
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