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España España · Barcelona
Voto de rober:
8
Drama Año 2007. Jacques Arnault, presidente de la ONG 'Move for kids', planea una gran operación: él y su equipo piensan sacar del Chad a 300 huérfanos, víctimas de la guerra civil, y entregarlos a parejas francesas que han tramitado solicitudes de adopción. La periodista Françoise Dubois los acompaña para cubrir la información. Inmersos en la brutal realidad de un país en guerra, los miembros de la ONG empiezan a desmoralizarse y empiezan a ... [+]
1 de septiembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film duro y desgarrador sobre la recogida de niños huérfanos en el Chad por parte de una ONG, para su traslado a Europa. El objetivo inicial es salvar criaturas mediante la entrega a familias de acogida y posterior adopción. Lafosse relata esta historia con un estilo documental, filmando escenas cámara en mano y llegando a marear al espectador desde las primeras escenas, en un ambiente árido y desértico. El desasosiego es creciente a medida que somos testigos de cómo evoluciona la operación.

De las frases iniciales y lapidarias como "Recordad que somos una ONG" y "Nosotros no compramos niños" se pasa a actitudes mucho más equívocas a medida que comienzan las dificultades. Y las dificultades siempre existen, en un país asolado por la miseria y el conflicto bélico. Es entonces cuando se desencadena el drama. La operación consistente en salvar niños huérfanos cada vez se parece más a una misión militar. Desde muy pronto Lafosse plantea sin ambages y de forma directa un dilema moral y filosófico al que los personajes se tienen que enfrentar. Un niño recogido y trasladado a Europa es con toda seguridad un niño salvado del hambre y de la guerra, pero, ¿ello lo justifica todo? Mentiras, tráfico de influencias, secuestro puro y duro... Los niños terminan siendo mera mercancía, el éxito de la operación se termina midiendo en términos económicos y no humanitarios. Vincent Lindon está muy bien en un personaje que desprende ternura y aversión dependiendo del momento. Donzelli encarna a una reportera decidida inicialmente a dejar constancia de la realidad de la operación, y que termina sucumbiendo a la realidad de la que es testigo. Los miembros de la ONG parecen verdaderos mafiosos, casi terroristas, pero la única alternativa posible es mirar para otro lado o, a lo sumo, pagar un cheque mensual para tener la conciencia tranquila. ¿De qué lado ponerse? La película no da una respuesta clara, seguramente porque nadie la tiene, el problema sin duda está en unas esferas más altas. Lafosse sí nos ofrece un relato contundente, que lleva en cualquier caso a la reflexión, y que deja sin aliento hasta un desenlace crudo y plenamente apropiado.
rober
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