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España España · Barcelona
Voto de reporter:
7
Drama Cochabamba, Bolivia. Año 2000. Sebastián (Gael García Bernal) y Costa (Luis Tosar) se han propuesto hacer una película sobre Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Mientras que Sebastián, el director, pretende desmitificar al personaje presentándolo como un hombre ambicioso y sin escrúpulos; a Costa, el productor, sólo le importa ajustar la película al modesto presupuesto del que disponen; precisamente por eso elige Bolivia, ... [+]
5 de enero de 2011
24 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se hace algo cansino, pero en estas fechas, aquellos premios que todo el mundo en el mundo del cine anhela empiezan a monopolizar los temas de conversación en este sector. No falla. Este año, como dato poco habitual, sabíamos que fuera cual fuera la película elegida por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España para luchar por los Oscar, en ella aparecería Luís Tosar, lo cual no hace más que confirmar el excelente estado de salud por el que pasa la carrera de este actorazo. En el otro extremo, como hecho ya fastidiosamente repetitivo, sabíamos que la elección de la película que nos representará en la supuestamente más mágica noche del séptimo arte, levantaría polémica... y confusión. Un clásico. Algunos respiramos muy aliviados cuando vimos a 'Celda 211' entre las tres precandidatas, pero ni así.

Seamos honestos, hace un año, ¿quién hubiera imaginado que la que iba a convertirse en la gran triunfadora en los últimos Premio Goya no iba a llegar al otro lado del charco para optar a alguna estatuilla dorada de nuestro tío favorito? No fue así, presuntamente por problemas con la fecha de estreno y porque el último trabajo de Fernando Trueba era más representativo de nuestro país. Conózcase también como otro de los misterios que envuelven a nuestra Academia. Ni los ocho Goya conseguidos (entre los que encontramos el de Mejor Película, Mejor Dirección, y Mejor Actor) han sido suficientes para que la cinta de Daniel Monzón vaya a los Oscar. La afortunada ha sido Icíar Bollaín y su 'También la lluvia', una película que quizás haya conseguido el pasaporte a los Estados Unidos por la misma razón que la de Trueba: por la representatividad.

Este factor no se le escapa a la directora madrileña, que recordemos, se consolidó con 'Te doy mis ojos', una película que precisamente trataba sobre un tema que muy a nuestro pesar parece ser uno de los signos distintivos de nuestra sociedad: la violencia de género. Ahora, unas semanas después de que Álex de la Iglesia se riera a carcajada desfigurada, y con mayor o menor acierto de la historia reciente española, Bollaín retrocede más en el tiempo -o no- para hablarnos de otro capítulo de nuestra herencia histórica... uno que en su día enorgullecía al reino, y que ahora parece avergonzar a un estado democrático que desde no hace poco parece demasiado sentado en el cada vez más odioso lecho de lo ''políticamente correcto''.

Hablamos del colonialismo. De aquella época en la que el viejo continente se creía con legítimo derecho a poseer el mundo entero... con todas las trágicas consecuencias que esta filosofía implicó sobre todo para los pueblos ''invadidos''. Una época a la que muchos le han dado la espalda, alegando que se trata de agua pasada. Pero si algo nos ha enseñado la experiencia, es que la historia se repite.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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