La segunda temporada de la serie antológica de SYFY sobre creepypastas trata en esta ocasión sobre una casa encantada posmoderna. Aunque en un principio la idea de otra manida historia de terror juvenil no parecía muy atrayente, la verdad es que No-End House se muestra eficaz apoyada en una gran fotografía (algún plano cenital es de una calidad innegable) con imágenes bastante perturbadoras; en una muy sobria producción, que refuerza la atmósfera onírica e irreal que impregna la trama, y en las actuaciones solventes, en su mayoría, de su elenco de actores.
Claramente superior a la primera temporada, de la que sigo sin entender la buena prensa en determinadas cuentas de twitter, no obstante, adolece de algún que otro agujero de guión y de una mejor progresión en las historias de sus personajes que nos hagan comprender las motivaciones finales en su comportamiento y, además, aunque en el fondo la trama es simple, se pasa un poco cuando quiere jugar a ser críptica. Pese a todo esto, La Casa sin Fin es bastante recomendable para los aficionados al terror psicológico de nuevo cuño alejado del slasher.