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Voto de Toribio Tarifa:
9
Comedia En un balneario de la costa atlántica, los veraneantes son incapaces de apartarse de sus rutinarias costumbres urbanas. Hasta que llega monsieur Hulot al volante de su viejo cacharro y rompe la calma estival. Para gran alegría de los niños, Hulot ofrecerá a los huéspedes del hotel unas vacaciones inolvidables. (FILMAFFINITY)
21 de marzo de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jacques Tati, que ya era familiar para muchos, especialmente después de su triunfal estreno como director de "Jour de fête", prosiguió su carrera ascendente con "Les vacances de monsieur Hulot", en 1953. Se trata de la primera película en que aparece su alter ego, Monsieur Hulot, y establece el patrón para futuras apariciones del personaje, apoyado siempre en su torpeza congénita y situándose, sin saber cómo, en el centro de la acción que él mismo desencadena sin pretenderlo. En este caso, aterriza con su viejo cacharro en un hotelito de la costa donde se aloja gente de clase media de los años cincuenta, de distintas nacionalidades, familias con niños, que aspiran a pasar unos días de vacaciones sin estridencias de ningún tipo. Y eso es lo que la llegada de Hulot va a convertir en imposible. Prácticamente sin diálogos, la película se desliza sobre la acumulación de diversos episodios sin que pueda decirse que haya una trama constituída por planteamiento, nudo y desenlace. Casi podría decirse que a Hulot, además de su inseparable pipa, le hubieran entregado una cámara para que rodara una suerte de documental sobre el veraneo en un pueblecito de la costa francesa. Hulot es el elemento distorsionador que altera la categoría del documental, frío y objetivo, informativo y pedagógico, y lo convierte en lo más parecido a la representación de "Il trovatore" en las escenas finales de "Una noche en la ópera", de los hermanos Marx.
Toribio Tarifa
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