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Voto de msuarezpamplona:
10
Drama En el año 1901, en una finca del norte de Italia, nacen el mismo día el hijo de un terrateniente y el hijo de un bracero que serán amigos inseparables, aunque su relación se verá nublada por sus diferentes actitudes frente al fascismo. Drama que hace un complejo recorrido político y social por la Italia del siglo XX. (FILMAFFINITY)
23 de septiembre de 2010
21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos fueron los que lucharon e intentaron revelarse contra el dominio y el fascismo de los patronos. La lucha por una igualdad de clases fue representada por un director que algunos llamarían utópico pero otros lo llamamos valiente y comprometido. Bernardo Bertolucci filmó en 1976 una de las grandes obras de arte del cine italiano, Novecento. Protagonizada por Robert de Niro, Gerard de Pardieu, Donald Sutherland y Burt Lancaster, y con una conmovedora banda sonora de Ennio Morricone. El argumento consigue mostrar aquella época de sufrimiento y el director hace que cada personaje no sea únicamente una persona sino que simbolice mucho más, una ideología, una forma de pensar, pero todo ello mezclado sus propios sentimientos. Por ello el director habla de política, de sufrimiento pero además habla de personas.
La historia nos habla de dos niños: Olmo Dalco, pobre, hijo de trabajadores y Alfredo Berlinghieri , nieto del patrón. Ambos están destinados a enfrentarse pero entre ellos surge una gran amistad que va mucho más allá de los pensamientos políticos, es una amistad inocente y por ello es sincera. Sus caminos continuaran y debido a sus raíces se irán separando. En ellos se va formando esta ideología, Alfredo está destinado a la vida fascista y egoísta, y Olmo debe luchar contra la opresión. La evolución de los personajes lleva a que ambos deban luchar y enfrentarse. Ya no son sólo dos personas luchando, son el comunismo contra el fascismo, la igualdad contra el egoísmo, hasta llegar a esa vía del tren en la que desgraciadamente vemos que el patrón no muere aunque le pase un tren por encima. Lo que tampoco debe morir debe ser la lucha hacía la igualdad, la búsqueda de un ideal posible (parece contradictorio pero no lo es).
Bertolucci también nos habla del fascismo más feroz, el cual lo simboliza Attila. Attila muestra los niveles más altos de maldad a los que puede llegar un ser humano y una ideología. Al morir el patrón y debido a la pasividad de su hijo, que quizás no quiere ser como él porque ve más allá. El fascismo se apodera y maltrata, abusa y se aprovecha de su poder para crecer pisando al inferior.
He decidido escribir sobre ella porque me parece una película muy necesaria ahora que se esta perdiendo la esperanza de cambiar y que el conformismo hace que seamos indiferentes a todo. Debemos ser inconformistas porque vivimos en un mundo lleno de hambre, pobreza, explotación, capitalismo... y muchas personas han perdido la esperanza en un futuro de igualdad. Debemos devolver a las personas la esperanza y luchar por algo que es básico, que he repetido muchas veces y nunca me cansare, ni Bertolucci se cansara, ni todas las personas que defienden la IGUALDAD.
msuarezpamplona
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