La nueva película de Jennifer Kent, (la directora de "Babadook" film de terror que gano Sitges en 2014) nos traslada a la colonización de Australia por parte de los ingleses en 1825 en la cual se aniquilo sistemáticamente a todos los aborígenes.

Estamos en Tasmania Clare (Aisling Franciosi) es una chica irlandesa de 21 años convicta (en aquellos años a los presos Ingleses e irlandeses se les enviaba allí) ella se encuentra al final de una condena de siete años, su vigilante que tiene que otorgarle la libertad es el teniente Hawkins (Sam Claflin), un oficial del ejército británico bastante violento. Se niega a firmar sus documentos de liberación a pesar de haber cumplido condena y de su condición de esposa de un colono libre y madre de un bebé pequeño. Suele cantar en tabernas y es hermosa, el teniente esta encaprichado de ella y la viola repetidamente, sus ataques finalmente culminan en un acto de barbarie que la deja con nada más que una determinación feroz, la venganza.

Violenta y sombría el espectador se queda angustiado y frustrado como su protagonista que ve atónita como la maldad de los hombres arrasan con la vida de cualquier ser humano que se cruce en su camino ante la total impunidad. Clare en cierta manera es también una colonizadora "blanca" bajo la mirada de los aborígenes "negros", pero uno de ellos "Billy" que no entiende lo que están haciendo estos hombres que se apoderan de todo en la llamada "guerra negra", decide ayudarla..

Hay que aplaudir a esta directora australiana que con dos películas ha conseguido poner el listón muy alto. "El ruiseñor" resulta brutal y desgarradora. Los actos de barbarie de los colonizadores son mostrados de forma muy explícita y sin tapujos. Aunque los paisajes y la fotografía tan buena, quedan un poco deslucidos por el aspecto de la imagen 4 x 3, pero si consigue elevar la tensión e intensidad de la historia.
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