Puede parecer un drama amargo o una comedia negra, el espectador juzgará esta historia difícil de creer si no hubiera ocurrido de verdad.  

Nos encontramos en los años 20 en un pueblo costero de Littlehampton, la comunidad se ve sacudida por un escándalo: muchos habitantes están recibiendo cartas ofensivas con insultos denigrantes, las sospechas recaen sobre Rose Gooding, una madre soltera irlandesa, algo mal hablada, que se mudó al final de la Gran Guerra, después de que su marido muriera trágicamente en el campo de batalla. Todas las acusaciones provienen de su vecina con la que se lleva bastante mal, la policía local se hace cargo de la investigación...

Olivia Colman y Jessie Buckley, que protagonizaron juntas “La hija oscura” en 2021 son las dos vecinas que empezaron a congeniar al principio, para luego tirarse los trastos a la cabeza. Comparten letrinas y bañera y la relación se ha convertido en un infierno, Edith Swan (Colman) es solterona y vive con unos padres muy autoritarios que la tratan como a una criada, eso la provoca un estado de amagamiento total. En el polo opuesto está la dicharachera Rose Gooding (Buckley) casada con un hombre de color y con una hija de 10 años.

Todo ello rodeado de unos extravagantes y excéntricos personajes secundarios como el odioso padre de Edith, interpretado por Timothy Spall o la simpática agente de policía  Anjana Vasan. Dirige Thea Sharrock  que hizo otra película detrás de esta "El juego bonito" que puede verse en Netflix.

La ambientación de los años 20, sumada a unas grandes interpretaciones, hacen que el film se disfrute muy bien donde se podría considerar el mensaje de las cartas ofensivas de aquella época con los "haters" que pululan actualmente en redes sociales y que no hacen más que mal meter y crear polémicas amparados en su anonimato.
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