Dan mucho juego las películas de hospitales, más si le sumas enfermeras dedicadas a extirpar órganos a los muertos para venderlos en el mercado negro.

Esto y más ocurre en este turno de noche donde seguimos a Mandy, una enfermera un poco sonada y drogadicta, que se saca un sobresueldo vendiéndole órganos a la mafia. Su contacto es una prima que esta medio loca, en una de estas pierde un riñón que tenían vendido para un trasplante, la locura se desata cuando necesitan por todos los medios conseguir otro...

Las dos trastornadas protagonistas son totalmente diferentes Mandy (Angela Bettis) es seria, impasible y sin sentido del humor. Mientras que Regina (Chloe Farnworth) es alocada, impredecible y divertida. Aparece también en un pequeño papel David Arquette como un prisionero que tiene custodiado la policía en el hospital.

La directora y actriz Brea Grant, escribe también el guion en tono de comedia ácida, mezclando bien horror y sangre. Y sabe sacarle bien el jugo aumentando el suspense cada vez más y embarullando las situaciones.

Todo un delirio convertido en una comedia negra muy entretenida.
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