Las dos primeras películas de este director ingles tan carismático (Ben Wheatley) fueron "Kill List" y "Turistas", con la dos logró cierto reconocimiento entre la crítica y publico (entre los que me incluyo). Pero detrás de esos dos interesantes títulos ha rodado "A field in England", "High Rise" y "Free Fire" donde mi paciencia y mi respeto los ha ido perdiendo.

Dándole una nueva oportunidad me arriesgo a ver este drama familiar en Movistar, en el que con la cámara al hombro, un guion poco desarrollado y un nutrido grupo de actores ingleses conocidos (que dan la impresión de que estén improvisando sus diálogos), nos cuenta la historia de una reunión familiar, que con su peculiar estilo y humor oscuro ha conseguido ganarse un cierto estatus de director de culto entre los cinéfilos.

Colin Burstead (Neil Maskell) acaba de alquilar una gran mansión para reunir a sus familiares y así celebrar la víspera de Año Nuevo. Es cuando vamos conociendo a este grupo de personajes peculiares que imaginamos crearan una variedad de conflictos y disputas. El foco principal de tensión es el hermano de Colin, David (Sam Riley), quien llega de Berlín con su novia alemana Hannah (Alexandra Maria Lara). Que ha sido invitado en secreto por su hermana Gini (Hayley Squires).

La falta de tensión provoca cierto aburrimiento y a medida que la vas viendo sientes como si fuera un proyecto experimental o una especie de drama documental.  Nadie brilla entre las historias que nos cuentan, aunque puede funcionar si la ves en su conjunto. Para mí otra nueva película decepcionante de este director que acaba de rodar un remake de la película de Alfred Hitchcock "Rebecca"... que no nos pase nada.
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