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Mongolia Mongolia · Escala de Richter
Voto de Eric Packer:
8
Terror. Thriller Jesse es una chica que llega a Los Angeles, California, para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Pero su juventud y belleza despertará al demonio, y se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar. (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2016
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película vacía. Fue el primer comentario tras haber visto The Neon Demon: llena de luces de colores, de música electrónica agradable y caras bonitas. Pero, a fin de cuentas, una película sin nada, vacía. 7 días después las cosas han cambiado, en la cabeza sigue dando vueltas esa escena final que aún no he podido digerir y esto me ha obligado a verla por segunda ocasión. La interpretación ahora es que lo más probable es que la película haya sido concebida así para dar la apariencia de vacuidad que hay no sólo en las pasarelas y en las vidas de aquellos que viven para y por la moda (donde la belleza y el reconocimiento son efímeros), escenario en el que se desenvuelve la historia, pero bien pudo haber utilizado cualquier otro ámbito para contar la historia del cachorro enfrentándose a la hostilidad de los lobos veteranos con el fin de encajar en la manada; bueno, a lo que iba: lo que se nos cuenta en The Neon Demon, al interior de este microcosmos lleno de glitter y de la mejor iluminación para disimular imperfecciones, no es más que la degradación del ser humano, una metáfora para representar la actualidad del más cruel de los mundos y la mejor forma para sobrevivir en él.

Al inicio, luego de una breve lluvia de escarcha sobre un fondo azul, vemos a Jesse tumbada en un sofá, degollada y formando un charco de sangre rojo oscuro en el suelo, como recién salida del baile de graduación de Carrie o como una muñeca de porcelana rota, la toma se abre –remembranza del final de la Montaña Sagrada de Jodorowsky– para descubrir que la muerte es simulación y está posando para un fotógrafo. La vida de alguien siendo observada bajo cualquier tipo de lente que esté enfocando directa, exclusivamente a ese alguien desvirtúa su realidad, puesto que la realidad se vuelve ahora en perspectiva del que observa, ese ojo es una amenaza que tarde o temprano hará cambiar el comportamiento de lo observado que ya no es sujeto sino un objeto manipulado (maniquí, títere) al antojo de aquel que está detrás de la lente, de ahí la importancia de elegir a quién se le permite estar detrás de la cámara, de ahí la navaja cortando el ojo en la primera película de Buñuel.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eric Packer
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