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Mongolia Mongolia · Escala de Richter
Voto de Eric Packer:
4
Intriga. Drama La trama se presenta como la historia de una niña de vacaciones en Chile que, de buenas a primeras y sin otros síntomas previos, comienza a perder el control de sus facultades mentales. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2013
4 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es para nada algo nuevo el argumento de “chica histérica que ve cosas espeluznantes que podrían o no ser reales” en la historia del cine para desarrollar una cinta de terror psicológico (Black Swan es de los ejemplos más recientes); sin embargo, la mayoría de estos filmes tenían en común (hasta que apareciera Images de Robert Altman) el que se llevaran a cabo en un espacio claustrofóbico como lo es un departamento (Repulsion, Rosemary’s Baby): en Magic, Magic se cambian las cuatro paredes por algo tan vasto como lo es la zona selvática en el sur chileno y de alguna manera el director consigue que semejante lugar se sienta opresivo, asfixiante. Alicia (Juno Temple, fresquecita luego de la excelente Killer Joe) llega a Chile para reunirse con Sarah, su prima a la que tenía tiempo sin ver, emprenderán un viaje a una casa de campo a las afueras de la ciudad junto a 3 amigos más: Agustín (novio de Sarah), Bárbara (la puntillosa hermana de Agustín) y Brink (un personaje cuyo comportamiento es irritante quizás sin saberlo y, de igual manera, sin querer se volverá el detonante de varias cosas en la historia). Antes de partir, Sarah avisa que no viajará con ellos (por una razón que luego se develará en la trama) pero luego los alcanzará; ante esto, Alicia manifiesta un temor infundado por permanecer con estos 3 desconocidos individuos en el sitio despoblado y su comportamiento va tornándose más y más extraño hasta ser un remedo de la Carol Ledoux a quien Catherine Deneuve diera vida en Repulsion. La historia se tarda mucho en atrapar, hasta la noche previa a la llegada de Sarah a la casa de campo pareciera no ir hacia ningún rumbo entre conversaciones triviales y momentos de la cotidianidad que reflejan el contraste entre las costumbres de Alicia y el resto y escenas en las que más de una vez se nos quiere dar a entender que Alicia en su trastorno paranoide está convencida de que la naturaleza (ese intenso ruido de pájaros que sólo se escucha en su habitación) y los demás miembros de la casa están en su contra. Sobresalientes son las imágenes del lugar capturadas por el virtuoso ojo de Christopher Doyle (el detalle del impermeable amarillo de Alicia contra los verdes de la hierba y el azul del mar, que a la vez hace recordar a Don’t Look Now de Roeg, sólo alguien que entiende de estética pudo haberlo decidido); de las actuaciones, la protagonista así como el grotesco, y de reprimida homosexualidad, Brink interpretado por Michael Cera se llevan las palmas. No obstante que la propuesta del chileno Sebastián Silva en este largometraje no es nada del otro mundo pudo haber sido mucho más interesante si hacia su culminación no hubiera perdido todo el suspenso que creó al hacer una elección de muy mal gusto y que saca casi a patadas al espectador de la historia. (En el spoiler cuento el final)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eric Packer
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