Buen remake del "Nosferatu" de 1922. Cuidado. Este film y el original se basan en "Drácula", cierto. Pero hay tantos cambios: la mujer de Harker aquí es Lucy mientras que Mina es la amiga, Van Helsing aquí no pinta nada, no aparecen los otros amigos de Harker, no hay casi investigación... que a los fans de Drácula les va a saber a poco. Como remake del Nosferatu de 1922, es muy buena por su gran fuerza visual.

Buenísimas imágenes las que nos ofrece Herzog. Poéticas, vibrantes, elegantes, artísticas, alternando lo repulsivo y morboso con lo romántico y estético. Un festín para los sentidos. Las espectaculares imágenes en la plaza del ayuntamiento, o con las ratas en el puerto y en la tumba, los paseos de Nosferatu, sus sombras sobre las casas y paredes...¡esto es oro puro!

El guión es correcto. Como la historia es tan conocida se puede seguir pese a los saltos en la narración que no siempre están claros. Hay tantos cambios respecto a la historia de Drácula que casi parece una mala copia. Pero el desfile de imágenes lo sube de categoría tres peldaños.

La dirección es muy buena. Pese a la evidente falta de medios consigue hacer una película artística, poética, inspiradora, con mucha belleza y decadencia en sus imágenes. Los cambios de ritmo son tan rápidos que alguien que no conociera la historia se podría perder. Se podría haber cuidado más varias escenas: alguna escena con secundarios es infantil y risible.

Actores. Kinski lo borda. Consigue transmitir auténtico desasosiego, dolor, melancolía e incluso...¿lujuria por Lucy? Está imponente.
Adjani está muy bien, convincente y expresiva en ese punto equidistante entre el miedo, la premonición y la entrega. Ganz está bien, pero no destaca tanto. Y tiene actuaciones mucho mejores que esta.
Algunas interpretaciones de los secundarios son un poco infantiles y desmerecen tanto la temática como la gran fuerza visual del film.

La música recurriendo a la obertura de Wagner de "El Oro del Rhin" le va perfectamente a la historia en todos los momentos en que aparece.