Esta película coreana ha dado la vuelta al mundo debido a la enorme repercusión que tuvo, y a que el boca a boca hizo que millones de personas se pusieran frente a la pantalla para disfrutar con esta historia que se acoge a la moda del mundo zombie.
La trama nos presenta como un virus ha invadido todo un país y hace que la gente sufra un ataque de ira y se transforme en zombies cada vez que son mordidos. En el momento en el que comienza esta transformación, un número de personas toma un tren rumbo a Busan desconociendo la realidad que ha empezado. Pero en ese tren se sube una persona que está infectada; y pronto el caos invadirá los vagones donde sobrevivir será algo bastante complejo debido al espacio donde se encuentran.
Tengo que decir que tenía muchas ganas de ver esta película ya que había oído hablar bastante de ella; y mis expectativas eran altas. Y ahora que la he visto tengo que reconocer que me ha gustado, y me parece que es perfecta para pasar el rato.
El guión está bien desarrollado haciendo que uno se introduzca fácilmente en la trama. Se presenta a varios personajes dando lugar una interpretación en cierto modo global. Y es que no hay ningún personaje que destaque más que otro; aunque inevitablemente la historia gira en torno a unos pocos para que el espectador conecte fácilmente con ellos y pueda sufrir con los mismos.
Este film es una de las dos que dirigió Yeon Sang-ho en 2016 sobre la misma temática zombie junto con "Seoul Station". Son dos films que se introducen en este género del terror sin tener nada que envidiar a otras películas famosas del cine de Hollywood.
Y aunque el film sea bueno, hay que reconocer que cuenta con ciertos momentos que chirrían un poco. Ello es debido a que hay personajes que tienen ciertas conversaciones que no llegan a ser muy coherente y realistas; produciendo que uno tenga la sensación de que está viendo algo de poca calidad. La suerte es que rápidamente todo da un giro y vuelve a encontrar su ubicación correcta.
Interpretativamente la película funciona bastante bien. Es cierto que los actores asiáticos no consiguen convencer en muchas ocasiones porque o son muy fríos o son muy sobre actuados. Pero en este caso todos los actores convencen en sus personajes.
En fin, "Train to Busan" es un film que funciona en general. Cuenta con unos fantásticos efectos especiales que hacen que den un fuerte realismo a la historia. Recuerdan un poco a la gran "Guerra Mundial Z" y uno disfruta enormemente con los mismos. En general una buena película.