Me siento ante el televisor y anuncian "Mujer blanca soltera 2".
¡Qué guay! (Pienso). La primera me gustó y me apetece ver como plantean una segunda parte. (En el fondo de mi ser estoy totalmente convencido de que va a ser una gran bazofia, pero como soy idiota, decido verla y suicidarme yo solo).
Empieza la historia.
A los cinco minutos compruebo que es la misma que la primera entrega pero en formato de serie B, y con unas actrices que han debido seleccionar en algún recóndito lugar dónde nunca han oído la palabra interpretación.
Transcurre media hora.
En esos momentos me planteo seriamente porque a veces decido ver ciertas estupideces sabiendo que no voy a disfrutar, y pierdo el tiempo cuando podría aprovecharlo en otras cosas. Como por ejemplo ver cine y no esto.
Llegamos al final.
No sé muy bien si se trata de una broma o de una tortura. ¡Lo qué estoy viendo es real! Hay ciertas personas que escriben así los guiones, dirigen así y actúan así. Solo pido que acabe pronto, me quedan pocas neuronas útiles en mi cerebro y mi contención para no destrozar la televisión está llegando a su límite.
Títulos de crédito.
Me quedo totalmente quieto en el sofá. ¡He sobrevivido! Si he conseguido superar esta película sin matar, maldecir y automutilarme; creo que puedo ser capaz de soportar cualquier film.
Solo puedo decir que gracias por regalarnos semejantes engendros, los cuales hacen que cuando uno ve cualquier otra película la disfrute de una manera inexplicable.