Vale. ¿Sabéis cuando alguien inicia algo por primera vez y le prestan el material hasta que decida si sigue o no?. Si hombre, es como si te apuntas a un cursillo de surf. El monitor te pasa una tabla y un traje de neopreno. Tu vas a un par de clases. Si después de lo visto te sigue interesando el tema devuelves el equipo y te compras el tuyo propio. Si por el contrario pasas del asunto lo devuelves igualmente y si te he visto no me acuerdo. Este tipo de material es algo así como la putita de los cursos. Siempre dispuesto para todo dios sin más misión que la de ir de prestado por la vida.

Algo así debe suceder en el mundo del celuloide. En este caso el papel de putita lo hace cierto tipo de guión. Efectivamente; el de "Cuando ella me encontró" podría ser el susodicho. Helen Hunt en esta película debuta tras la cámara y lo hace probando suerte con una historia plana que no da para calentarle mucho la cabeza al novato/a que rueda. un trabajito menos original que dormir tumbado y repleto de momentos supuestamente tiernos que resultan cargantes por la vergüenza ajena que provocan. Mucho de esos momentos los escenifica un Colin Firth que vuelve a deleitarnos con el mismo papel de perdedor que ya hiciese en Bridget Jones, solo que en esta ocasión carga en sus brazos con dos mocosos para darnos más pena si cabe. A mi sinceramente más que pena me da asco esos gritos de impotencia y esas vueltecitas antiestrés que se pega el colega para que nos enternezcamos con su mala suerte en el terreno amoroso.
Pues lo que digo; guión de manual para que vaya probando el que piense que se puede dedicar a esto.

Siguiendo con el reparto, apuntar que como secundario aparece el gran Matthew Broderick, que al principio creí que estaba representando de manera excelente a su personaje. Luego caí en la cuenta que el mérito no era de interpretación. Verán; en la peli hace de capullo. Él simplemente tiene la pinta.

Como tercer ente del tridente interpretativo nos encontramos con la propia Helen Hunt, que de esta manera se puede explicar por qué los dos maromos de antes están locos por sus huesos pese a su desagradable rostro; porque ella lo ordena tras la cámara. No es ni la primera, ni la segunda vez que lo digo en una crítica; Si Helen Hunt hace de tía buena, la película automáticamente deja de parecerme creíble.


Pues bueno, disfrútenla. Yo desde luego no lo hice.