Los primeros minutos de la cinta me llegaron a asustar. Tenía toda la pinta de ser un coñazo de los buenos. Pero que va, rápido te vas metiendo en la película, vas conociendo a Agnes, y te van entrando las ganas de ofrecerle tu amistad incondicional; de acompañarla en un mundo en el que vive completamente sola y del que no sabe como escapar.

Lo he dicho en alguna ocasión. A mí las personas incomprendidas y a las que en su mirada se les ve un desesperado grito de auxilio me conmueven hasta límites insospechados. El personaje que interpreta la preciosa Rebecka Liljeberg, se coló en mi bolsillo con tan sólo unos cuantos fotogramas.

La película es precisamente eso. Una adolescente que vive en su solitario universo con sus propios secretos, y de las dificultades que experimenta por no ser aceptada en una jungla de la que no es capaz de formar parte. Unos padres que no saben cómo salvarla, una chica minusválida que se le arrima por soledad, unas ganas de morir... y para complicarlo aún más... enamorada de la chica popular del instituto.

Lukas Moodysson sabe como retratar la angustia sin caer en intentar provocar la lágrima fácil.

Mención especial a la banda sonora; equilibrada y certera. El tema número 3 del disco: "Whirlwind" de Broder Daniel, suena muy bien; y acompañado de las imágenes queda acojonante.