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Corea del Norte Corea del Norte · ¿Que la de arriba era la mala?
Voto de Snuff:
3
Ciencia ficción. Comedia. Romance Aunque Julia y Julio no se conocen, despiertan en la misma cama, después de una borrachera de la que no recuerdan nada. Él se enamora al instante; ella, no. En esta incómoda situación, se enteran de que no pueden salir de casa porque un gigantesco OVNI flota sobre la ciudad. (FILMAFFINITY)
20 de octubre de 2011
94 de 132 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tanto teaser, tanto festival de Toronto, tanto póster, tanto bombo. Ya se sabía que la película no era ciencia ficción per se, que ésta sólo era un marco para una comedia romántica. Vale, pero ¿tanto?.

Porque éste es el tipo de producto que, sabiendo ahora de qué se trata, no puede generar ningún tipo de interés pre-estreno, ninguna expectación. Ahí estuvo el "engaño". Tras la frikada (ante todo honesta frikada) de los Cronocrímenes, Vigalondo da unos cuantos pasos atrás y se esconde en un lugar más seguro. Esto quiere decir, que tras todo el Toronto, todo el Sitges y todo el Twitter estamos ante... la película española de siempre.

Esto quiere decir: comedia de infidelidades con actores que lo hacen mal y "actores" famosetes y graciosos que nos brindan la guinda. Porque ahí tenemos a Carlos Areces interpretando a... Carlos Areces. No es algo malo, pero reconozcamos que por gracioso que sea (y aquí lo es) Areces aún no está para el formato cine. La pareja protagonista, la guapa Michelle Jenner y Julián Villagrán no dan la talla en absoluto. Con Raúl Cimas sucede lo mismo que con Areces. El cameo de Miguel Noguera nos recuerda en qué tipo de película estamos: una comedia en la que escribimos un papel para que un famoso más o menos gracioso tenga cabida y la gente se susurre en la oscuridad de la sala "¿Quién es ese?" "Miguel Noguera, el de los Ultrashows".

El arranque de la película es decente, las risas se suceden de manera continuada. Pero llegados un momento, comprendemos que no vamos a salir de ahí. Que simplemente estamos viendo otra comedia española de infidelidades de guión deslavazado, el tipo de película que (muchos) precisamente no iríamos a ver a una sala de cine. Eso sí, con las competentes dotes de Vigalondo como realizador, se siente una película visualmente mucho más cuidada que la media. No se puede decir lo mismo de un guión esclavo de sus supuestamente ingeniosísimos gags.

Aunque la gente rió, quizá con una intensidad que descendía de manera progresiva, en mi caso el sentimiento fue claro: decepción. Sentimiento de estafa. Su (por supuesto) hora y media de duración se hizo bastante cuesta arriba.

Vigalondo declaró que le veía poca salida internacional a Extraterrestre, en contraposición al éxito fuera de nuestras fronteras de Los cronocrímenes. No estoy tan seguro, creo que fuera de España, donde no están tan acostumbrados a "esto" y podrán obviar con menos dificultad las interpretaciones, hay un hueco para Extraterrestre.

Le preveo un exitoso estreno en TV (a día de hoy esto puede ser considerado un insulto gordo) y siento pasarme con Vigalondo, que ojalá guarde para su próxima película algo de esa actitud ácida y polemista que le ha ganado tantos enemigos. Porque en la gran pantalla y en nuestro cine hay falta de eso mismo. En Twitter, sobra.
Snuff
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