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España España · Valdelacalzada
Voto de Ficciones:
6
Cine negro. Intriga. Thriller En la ciudad de Los Angeles un agente de una compañía de seguros (Fred MacMurray) y una cliente (Bárbara Stanwyck) traman asesinar al marido de esta última para así cobrar un cuantioso y falso seguro de accidentes. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. (FILMAFFINITY)
11 de marzo de 2010
65 de 108 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya está bien de obras sobrevaloradas porque carguen con apellidos ilustres como Ford, Wilder o Lang, o hayan sido dirigidas en los años 40 ó 50.

Esta película, dentro del estricto género noir podrá catalogarse como obra maestra, pero dentro de la creación cinematográfica humana (que no sólo incluye el Hollywood de los 30 a los 50), se trata de una película vulgar, como la mayoría de su especie.

-El argumento y su desarrollo es inverosímil; es puramente novelesco (válido para un texto escrito e impreso por Chandler), pero sin lógica en el mundo real.

-Los sentimientos y afecciones aparecen como inmotivados, en todo caso no suficientemente desarrollados, lo que ofrece planitud y estupidez a gran parte de los personajes.

-La selección de cásting es entre correcta y floja; la pareja protagonista, sin comentarios. Un extraordinario agente comercial con cara de panoli y una abominación de femme fatale (no había actrices guapas en Hollywood enlos 40?). Mr. Robinson, eso sí, excepcional.
Las interpretaciones de la mayoría del reparto, superan en hieratismo a las esculturas del románico.

-Me pone de los nervios (y sé que es una convención del género) que durante todo el metraje no haya ni un solo segundo de silencio, ya sea debido a la pésima banda sonora o al martilleo de los diálogos a 200 por hora.

-Otra convención del género que me irrita: el hecho de que hablen muchísimo más rápido de lo habitual y con tal chispa y mordacidad que convierte todos los diálogos en antinaturales e incluso causen sonrojo. Quizás Wilder, como citaba alguno en una crítica, pretendiera que el espectador no fuera consciente de los movimientos de cámara, pero lo que ningún espectador honrado pueda negar es que, como en la mayoría de films negros, se es plenamente consciente de que los actores están recitando de memoria un texto, y cuanto más rápida y atropelladamente mejor. Y en el cine no hay nada peor que eso; es como ir al teatro y ver a los actores interpretando con el guión en la mano.

-Los aspectos técnicos del film (irreprochables, aunque tampoco implican un riesgo o una transgresión excepcional) son los que elevan mi puntuación al 6.

-En resumen, show puro y duro, entertainment y poco más; ritmo frenético y atropellado, historia anecdótica e indiferente, inverosímil en todo caso, interpretaciones flojas salvo una, banda sonora floja, maestría técnica...una película buena y canónica dentro de su género, pero regular dentro de la historia del cine.
Si esta cinta está cerca del 9, algunas obras de Tarkovsky, Bergman o Renoir deberían andar sobre el 13 ó 14.
Ficciones
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