Estamos ante el nacimiento del marvel colorista y simpático cinematográficamente que conocemos hoy, en una mezcla de acción, romance, aventuras, comedia, drama y filosofía de tebeo americano. Mucho antes del Batman de Nolan, aquí ya se replantean la moralidad y responsabilidad del héroe, un héroe que tiene que elegir entre su rol de justiciero dejando de lado a lo que más quiere o llevar una vida normal con sus amigos, su familia, su chica y su trabajo.

Se pasa medio metraje, explicandonos como se crea al superhéroe, sus inicios o como les gusta titular ahora “spiderman begins”. Nos presentan al personaje, a su familia, a la gente que le rodea. Nos presentan a un villano bastante “intensito”, con sus motivaciones para hacer lo que hace, en el que Willem Dafoe intenta lucirse. Nos dejan unas cuantas frases e imágenes que pasarán a la imaginería de la cultura popular.

No sé si la he visto tres o cuatro veces desde el día de su estreno y nunca me he aburrido.
Recomendable para pasar dos horas entretenido.