Luego de una serie de cortinas de humo en torno a negligencias y descuidos, una mujer ultrajada y prontamente huérfana se jacta de no necesitar a la justicia. Es una forma cínica de describir con pocas palabras esta Doble venganza; peli televisiva quemada hasta el hartazgo, con estructuras trilladas y actuaciones irregulares.

Hasta la primera media hora podría tener un "pasable", si bien que los tópicos ya se huelen. El problema es el aglomeramiento de situaciones standard de thriller televisivo al punto de que en algún momento entre los cuarenta y cinco minutos y el resto del metraje la cosa se hace inmirable. Ni una sorpresa, ni un mínimo de riesgo, el piloto automático apaga la chispa de cualquier obra y si encima la trama no llama...pues estamos en el horno.

El dejo de angustia de la prota al enterarse de la tragedia de sus padres es correcto; pero ella también se apaga, se vuelve mecánica y, lo que es peor, fría. Su pasión desatada, destructiva o no, desaparece. Es un maniquí ideando planes.

La venganza se sirve bien fría, dicen por ahí. En este caso esa regla es tan ajustada que termina por deshumanizarlo todo.