Gossip es una de esas pelis que intentan distraer al espectador de lo que realmente sucede. Tramposa, multifacética, esta obra cuenta con una puesta en escena correctísima y unas actuaciones que permiten disfrutar el visionado de un argumento camaleónico. La potencia del chisme como faceta humana hará que el espectador entre en una espiral con aires de tragedia.

Thriller, importante resaltar esto porque Gossip no innova desde sus tácticas narrativas pero si las desarrolla con una precisión que se extraña en este tipo de géneros. Un poco de espionaje y cierto aroma de policial/psicológico es lo que se ofrece cuando un grupo de adolescentes inventa un rumor que va degenerando en situaciones que se van por la borda y que dejan de ser lo graciosas que pretendían ser. Lo que atrae de la trama es que al margen de cierta complejidad exacerbada el guión no resulta ridículo, es más, lo que acontece en Gossip es algo que se puede dar perfectamente en la realidad, salvo un desenlace demasiado elaborado y elucubrado, dejando un gusto sospechoso a toda la verosimilitud que se agradecía durante el visionado.

Obviando quizás un final demasiado perfecto, demasiado calculado para la enorme cantidad de variables que se sucedieron en el desarrollo, la obra de Guggenheim es una más que decente propuesta que se deja ver, con interés, con gancho y hasta con cierta morbosidad por el placer del chisme.