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Voto de Juan Rúas:
7
4,7
160
Comedia
Unas jóvenes parejas experimentan con el sexo en grupo como modo de intentar revitalizar sus problemáticas relaciones sexuales. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2009
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brandman generó esta obra que sabe mezclar mediante matices la comedia a base de gags bien ubicados y la tensión muda de ciertas escenas que realmente producen incomodidad, en el buen sentido.
No obstante, en Sex parece haber una vacilación entre la liberación y el conservadurismo: conceptos que parecen muy comprometidos pero que al ser expresados por la acción de adolescentes pierden cierta fuerza y se decantan hacia una cierta comodidad, no del todo funcional a la cantidad de planteamientos que la peli ya había desarrollado.
Esto no quiere decir que las dos parejas hagan decaer la obra, todo lo contrario: la sostienen desde interpretaciones muy bien caracterizadas, son amenos en su actuar y variados en sus registros. Pero se percibe de fondo un conflicto liberal/conservador que el director esconde detrás de la acción de adolescentes, con todos sus miedos, y sus riesgos no del todo arriesgados, en el quiero y no quiero, en el arrebato que nunca llega a ser tal y, por ende, abre y cierra el problema sin gloria ni pena.
Si invitas al juego, jugá, sino no invites...
No obstante, en Sex parece haber una vacilación entre la liberación y el conservadurismo: conceptos que parecen muy comprometidos pero que al ser expresados por la acción de adolescentes pierden cierta fuerza y se decantan hacia una cierta comodidad, no del todo funcional a la cantidad de planteamientos que la peli ya había desarrollado.
Esto no quiere decir que las dos parejas hagan decaer la obra, todo lo contrario: la sostienen desde interpretaciones muy bien caracterizadas, son amenos en su actuar y variados en sus registros. Pero se percibe de fondo un conflicto liberal/conservador que el director esconde detrás de la acción de adolescentes, con todos sus miedos, y sus riesgos no del todo arriesgados, en el quiero y no quiero, en el arrebato que nunca llega a ser tal y, por ende, abre y cierra el problema sin gloria ni pena.
Si invitas al juego, jugá, sino no invites...