Analizar una peli como esta secuela inesperada no tiene tanto sentido como si lo tiene de pronto detenerse un poco en una historia que ha dado a luz...¿¿una potencial trilogía??

Se animaron a invertir un poco más de pasta para generar un producto que, tras ver la continuación, gana en calidad "técnica". Sólo desde allí conviene apreciar a Outpost II: porque la historia es limitada, pero se agregan locaciones, personajes y giros de guión que antes no existían; porque a pesar del avance técnico los logros son debatibles, puesto que esta propuesta siempre estará a la sombra de otras pelis de terror que parten desde una raíz más jugosa; y porque hay un intento, eso vale, de dotar al film de escenas de suspenso en detrimento del gore más chabacano. El problema es que se notan los recursos pero la pluma no siempre es la más hábil: se percibe cierta pesadez en las secuencias trabajadas desde la tensión y cierto atropello en momentos de acción pura y dura...

En síntesis: Outpost II complementa e intenta superar a su predecesora. Pero como espectadores estamos obligados a observar a la peli como una isla, como si no hubiera tantas otras de mejor manufactura. Y se puede hacer la vista gorda, sólo que al hacerlo uno es consciente que la decisión es deliberada, condicionada.